¿Lo bello u lo triste? ¡Qué son más que nada!
Adoraría a las gardenias para luego dar marcha atrás,
Para caer entre espinas y sentir,
Mientras mis recuerdos aplauden tan dantesco espectáculo,
Adornado por una corona de clavos ensartados en mí frente.
¡Regocíjate porque el odio dura poco!
Después de aquello vienen los brindis de desesperanza,
La carne fría servida sin festejo y baile con mis entrañas.
Aplaude al cielo por tus virtudes, escupe luego al suelo sin amarlas,
Llora y ama, porque nada existe.
Muere e infíltrate en las pieles reventadas,
Come de los animales que ofrece esta tierra,
Vomítalos, arrodíllate y azota sus huesos en tú pecho.
Porque la culpa es enorme y el perdón ninguno.
